La instalación de Pablo Martín y Martín Guerrero explota los límites de lo material para generar una pregunta ligada a la temporalidad y los modos de transitar un tiempo histórico. Susceptible de ser abarcada desde el presente concreto así como desde la Historia que se alza como constructora del transitar actual o hacia el tiempo próximo a sucederse, la obra irrumpe en el espacio dirigiéndose a un sujeto histórico que se comprende transformado a partir de la experiencia estética.
La materia, trabajada para ser destinada a un uso otro, a una nueva forma que resignifica el estadio original de sus componentes así como los circuitos de distribución en los que se ubica; la brea, la madera, son elementos activados que remiten al objeto mismo y se proyectan hacia diferentes tiempos históricos. Exvotos, máscaras, objetos, referencias necesarias a culturas ancestrales cuya iconografía se expone como patrimonio visual de una cultura colectiva, un arte popular que se construye como posibilidad de transformación de las realidades individuales y colectivas. El tránsito por la instalación en la que se exponen las herramientas del presente sustentadas en los saberes y expresiones de antaño, es el tránsito por un espacio sagrado, de reflexión sobre el sujeto en sí mismo, que a partir de su conciencia en el presente y su ser histórico se proyecta hacia un más allá de sí, no comprendido en términos materiales sino en su conciencia de finitud. Esta conciencia es la que impacta en el sujeto al encontrarse con formas reelaboradas, la brea es el material que alza hacia el espacio un monolito y un obelisco, contrapunto de un pasaje ritual, transformación posible, pasaje experiencial.
- Arte
- Instalación
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La muestra se desarrolló entre el 4 y el 25 de agosto de 2017 en el Centro Cultural Paco Urondo (25 de mayo 201, CABA).